¿Qué es la soldadura de gas?
La soldadura con gas es un proceso utilizado para fundir y luego unir piezas metálicas, en el que se utiliza combustible -específicamente acetileno- en combinación con oxígeno para generar llamas de alta temperatura de hasta 3.200 grados Celsius. Debido a su versatilidad, portabilidad y rentabilidad, la soldadura con gas sigue siendo una de las opciones más favorecidas, ya que otras opciones requieren conocimientos especializados. Este método se utiliza en diversas aplicaciones industriales, como la automoción, la construcción y la fabricación.
Breve historia de la soldadura de gas
La forja de metales es uno de los oficios más antiguos, que se remonta al año 3000 a.C., cuando las antiguas civilizaciones creaban armas, joyas y utensilios para comer. La práctica continuó en la Edad Media, lo que dio importancia a la herrería, ya que se demandaban artículos como cerraduras, clavos, herraduras y armaduras. Pero no fue hasta la Revolución Industrial cuando se introdujeron las metodologías modernas de soldadura.
En 1800, Sir Humphry Davy observó la creación de un arco entre dos electrodos de carbono. Este descubrimiento abrió la posibilidad de unir metales concentrando el calor del arco. Tres décadas más tarde, su primo Edmund Davy descubrió el uso del acetileno, que impulsó la construcción naval, ferroviaria y otras fabricaciones industriales.
Equipo
Para comprender mejor este sistema de soldadura, eche un vistazo al equipo necesario. Aparte de las dos piezas de metal que hay que unir, he aquí lo imprescindible:
- Cilindro de combustible – Como el término indica, contiene el combustible que calentará el metal. El acetileno es el más adecuado por su aporte térmico. Este cilindro suele estar pintado de granate o clarete.
- Bombona de oxígeno – La segunda bombona de gas del sistema contiene oxígeno puro comprimido. Esto favorece la llama creada por el acetileno, haciendo que arda más caliente y concentrada. Suele pintarse de negro.
- Reguladores y válvulas de control – Ambas botellas tienen reguladores, ya que almacenan los gases a alta presión. Las válvulas de control se utilizan para garantizar la proporción correcta de acetileno y oxígeno.
- Cámara de mezcla – Mezcla el combustible y el oxígeno, asegurándose de que tiene la cantidad adecuada de gases de las bombonas para crear la llama perfecta.
- Antorcha de soldadura – En el extremo de las mangueras de las bombonas de combustible y oxígeno se encuentra la antorcha que sujeta el técnico. Una vez encendidos, los gases se inflaman en el extremo de la tobera, fundiendo y luego fundiendo las secciones metálicas.
La soldadura con gas no siempre requiere un material de relleno, una de las razones por las que es una opción más barata en comparación con otros tipos de soldadura como MIG (gas inerte metálico) o FCAW (soldadura por arco tubular).
Técnicas
La soldadura con gas presenta distintos tipos, en función del combustible utilizado. He aquí los más comunes:
- Soldadura oxiacetilénica (OAW) – Esta es la técnica más común, ya que el acetileno, como se ha mencionado, tiene la mejor capacidad de combustión de todos los combustibles utilizados para soldar.
- Soldadura oxi-hidrógeno (OHW) : como su nombre indica, utiliza hidrógeno en lugar de acetileno. Se elige cuando se trabaja con aluminio o cuando se suelda o corta bajo el agua porque puede soportar condiciones de alta presión. Las botellas de hidrógeno son de color rojo brillante.
- Soldadura con gas a presión (PGW) con otros combustibles: gases como el propano, el butano y el propileno también se utilizan para este método de soldadura pero, como no pueden alcanzar las temperaturas óptimas del acetileno o el hidrógeno, se emplean en su lugar para cortar, soldar y soldar.
Aplicaciones
A pesar de la aparición de métodos de soldadura de más alta tecnología, como la soldadura por plasma, láser y haz de electrones, la soldadura con gas oxiacetilénico sigue siendo bastante común hoy en día y se utiliza continuamente en diversas industrias:
- Reparación y restauración de automóviles – Los mecánicos prefieren la soldadura a gas porque les permite maniobrar la herramienta en espacios reducidos y estrechos. Pueden reparar y fabricar fácilmente repuestos para paneles y bastidores de vehículos, tubos de escape y silenciadores, culatas y bloques de motores, y jaulas antivuelco, entre otros.
- Construcción y fabricación de metales – Puede considerarse un método más tradicional, pero como la soldadura con gas puede unir materiales ferrosos (acero, hierro fundido, hierro forjado) y no ferrosos (aluminio, latón, cobre, etc.), es el método más utilizado en la construcción.
- Instalación de fontanería y climatización: por su rentabilidad, la soldadura con gas es la modalidad preferida para el montaje de tuberías. También es increíblemente versátil, ya que se utiliza para soldar, soldar y limpiar.
- Metalistería artística – La soldadura a gas es la preferida por los artesanos porque es perfecta para unir chapas finas o cuerdas de metal, con las que suelen trabajar. También es fácil de aprender, incluso los aficionados sin certificaciones pueden utilizarlo para sus creaciones.
Precauciones de seguridad en la soldadura de gas
Los soldadores se enfrentan a graves lesiones cuando no observan las precauciones básicas de seguridad durante los procedimientos de trabajo en caliente. Entre los riesgos potenciales se encuentran las lesiones oculares debidas al calor, las quemaduras por chispas, la exposición a humos tóxicos y radiaciones, y muchos más. Afortunadamente, todos ellos pueden prevenirse cuando tanto el trabajador como sus empleadores se toman en serio el cumplimiento de los protocolos.
- Garantizar una ventilación adecuada – Si es posible, la soldadura con gas debe realizarse en un espacio seco y abierto, separando al trabajador de otras personas, para evitar la inhalación accidental de humos tóxicos. Si el espacio de trabajo es cerrado, deben aplicarse estrategias de ventilación como la instalación de extractores.
- Uso de EPI completo – El equipo de protección completo para soldadura incluye casco o gafas, mascarilla, trajes o delantales ignífugos, orejeras o tapones, un par de botas de trabajo pesado y guantes.
- Mantener la seguridad contra incendios: el gas y las llamas son recetas para el desastre. Además de tener un extintor cerca, los soldadores deben saber hacia dónde apunta el soplete o la llama. Los cilindros deben estar lo más lejos posible de la antorcha y no debe haber materiales combustibles (por ejemplo, papeles, serrín, alcantarillas abiertas, virutas de aluminio) en el espacio de trabajo inmediato o en la línea de fuego. Recuerde que incluso las chispas pueden provocar un incendio.
- Etiquetado y manipulación adecuados de las bombonas de gas: es imprescindible conocer los distintos gases utilizados y sus propiedades individuales. Aunque los cilindros estén codificados por colores, éstos deben estar debidamente etiquetados. Los reguladores de presión y los manómetros deben funcionar y sus niveles deben controlarse continuamente.
Tenga en cuenta también que estos gases se almacenan en cámaras comprimidas, también llamadas recipientes a presión, y tienen la posibilidad de explotar si se manipulan de forma inadecuada. Los bidones no deben estar cerca del trabajador una vez encendida la linterna. Deben almacenarse en posición vertical en espacios secos y ventilados y deben inspeccionarse periódicamente. - Siguiendo los procedimientos adecuados de montaje y desmontaje – La inspección previa al trabajo incluye la comprobación de los reguladores, manómetros, mangueras y líneas eléctricas, asegurándose de que todo funciona correctamente. También es importante hacer un barrido rápido de los alrededores antes de empezar a trabajar. Después de soldar, asegúrese de que las mangueras estén purgadas, la presión purgada y los cilindros completamente cerrados.